Sabemos que en estos meses de frío el uso del secador se vuelve esencial pero… ¿alguna vez te has preguntado qué pasa realmente dentro de cada hebra cuando usas el secador? Spoiler: hay más ciencia involucrada de lo que crees. Te contaremos todo sobre cómo el calor afecta a tu cabello, y cómo usarlo a tu favor sin dañarlo.
¿Por qué secamos el cabello?
El secado no es solo una cuestión de estilo. El agua, aunque parezca inofensiva, puede provocar daño si se queda demasiado tiempo ahí. Cuando el cabello está mojado, sus enlaces internos están más vulnerables y se estira con más facilidad, aumentando el riesgo de quiebre.
Además, dejarlo mojado por mucho tiempo puede causar frizz (sí, incluso si no tienes rulos), y el secado con secador puede ayudarte a cerrar la cutícula y lograr un acabado más suave y brillante. ¡Pero atención! todo depende de cómo lo haces.
¿Qué le hace el calor a tu cabello?
La fibra capilar está compuesta principalmente por proteínas (como la queratina) y por agua. Cuando aplicas calor, esa humedad se evapora, permitiendo dar forma al cabello: ¡hola brushing!
El problema está cuando el calor es excesivo o directo por demasiado tiempo: puede dañar las cutículas, debilitar los enlaces internos y dejar el cabello opaco, áspero y quebradizo. ¿La clave? Controlar el calor y proteger.

¿Secar al aire libre es mejor?
Suena ideal, pero no siempre es lo más sano. Cuando el cabello se mantiene mojado por mucho tiempo, las cutículas se mantienen abiertas y el pelo se vuelve más frágil. Además, si tu rutina incluye styling (como brushing, plancha o rizador), dejarlo secar al aire y luego aplicar calor puede ser incluso peor: el cabello ya estará deshidratado y sin protección cuando reciba el calor.
Lo mejor: eliminar suavemente el exceso de agua, aplicar productos que protejan y luego secar con secador estratégicamente.
¿Cómo secar el cabello sin dañarlo?
Estos son los #PROtips que hacen la diferencia:
1. Usa una toalla de microfibra o una polera de algodón
Evita la fricción agresiva. Solo presiona para retirar el exceso de agua, sin frotar.
2. Aplica productos que protejan y reparen desde el inicio
Nuestra Máscara de reparación molecular K18 es perfecta para empezar con una base fuerte. Repara el daño desde el interior y deja el cabello más resiliente al calor.
3. Desenreda con amor (y el cepillo correcto)
Usa una peineta de dientes anchos o un cepillo especial para cabello húmedo. Comienza por las puntas y ve subiendo poco a poco. 4. Usa protector térmico siempre
Esto NO es negociable. Nuestro Sérum de reparación capilar K18 protege del calor hasta 232°C y además suaviza, reduce el frizz y potencia el brillo.

5. Seca en secciones y con boquilla
Separa el cabello, usa la boquilla del secador y mantenlo a una distancia prudente (unos 15 cm). Muévelo constantemente y evita las temperaturas máximas.
6. Termina con aire frío
Esto te ayuda a cerrar la cutícula, fijar el peinado y sumar brillo. El toque final ideal.En resumen:
El calor no es el enemigo, si sabés cómo usarlo. Incorpora productos inteligentes (como K18) y una técnica adecuada para lograr un look espectacular sin poner en riesgo la salud de tu cabello en estos meses fríos.